Tercera Sesión,
28 de agosto de 2002,
9 a.m. a 1 p.m.
Caso 13. Testimonio
del señor Juan Clímaco Avendaño
Sofia Macher:
Llamamos al señor Juan Clímaco
Avendaño, él es del distrito de Colcabamba y
nos va a dar un testimonio ocurrido en el año ochentiocho,
nos ponemos de pie, por favor.
Señor Juan Clímaco Avendaño, formula
usted promesa solemne de que su declaración la hace
con honestidad y buena fe y que por tanto expresará sólo
la verdad en relación a los hechos que nos va a relatar.
Gracias.
José Antunez:
Señor Juan Clímaco, muy
buenos días, bienvenido a nuestra audiencia pública.
Usted ha sufrido un momento muy difícil y es por esto
que viene voluntariamente ante todo este público y ante
todo el Perú para explicar lo que le ha sucedido. Nosotros
lo escuchamos con atención y pondremos nuestro mayor
interés en poder ayudarle. Comience usted.
Juan Climaco Avendaño:
Gracias por la visita de la
Comisión de la Verdad. Gracias por la visita de esta
Comisión de la Verdad de la capital de Lima. Al público
en general le saludo, mis saludos. En este momento, estoy para
decir la verdad, las cosas que he sufrido. Yo me llamo Juan
Clímaco Avendaño Salas, del distrito Colcabamba,
provincia Guimaraes, Chalhuanca, departamento de Apurímac.
De lo cual, yo vivo en dos partes. En la provincia Chalhuanca,
Aymaraes, estoy radicado hay. Pero mi madre vivía en
distrito Colcabamba y siempre iba de visita así, temporalmente.
De lo cual había sido ya perseguidos, por los subversivos.
La familia éramos nosotros siempre un vecino bueno,
siempre ocupó autoridad mi padre, todo el tiempo hacia
juez, gobernatura, todo así. Era un hombre de respeto,
un vecino conocido de la provincia, así del distrito.
De lo cual así le había informado que estas personas
siempre ocupaban de autoridad ellos. Son como gamonal, algo
así nos ha, lo había informado a los terroristas.
Será nuestros paisanos mismos ¿no?, resulta
así estábamos, siempre preguntando ¿no,
en Chalhuanca yo siempre habían entrado los senderistas
en busca, en primer viaje, en busca de los autoridades. Y en
eso más bien, padre no estaba hay. Según secretario
del concejo así, no habían encontrado. Todo esto
así suscitó, y sabiendo eso se retiró mi
padre, mi madre pa a la capital Lima, ha dejado mis hermanos.
De lo cual él me ha encargado de los bienes de mi madre,
de Colcabamba, de Chalhuanca iba siempre de controlar. Teníamos
también regular cantidad animales, a vigilar eso, de
vez en cuando así. De los dos, de los dos lados siempre
cuidándome, así a la pasada, a ver, a controlar.
Entonces, eso era mi, eso era el caso para ellos que yo estaba
comunicando con la policía, con el puesto. Resulta esto,
una fecha llegamos, mi esposa estaba en Colcabamba, los quehaceres
que íbamos hacer trabajos en las chacras así,
anticipó.
Yo voy un día sábado no me acuerdo, voy con
materiales para preparar pan, yo soy panadero. Soy negociante,
en todo, en ganado, en todo. Ese es mi trabajo y mi preocupación
era la educación de mis hijos. Y llego en la noche elaboro
mi pan y amanece tempranas horas, dos chiquillos extraños
a pedirme pan. Y resulta, ¿paga qué?, ¿este
pan?, págale pe, cien panes me ha pedido. Paga pe. No
me está mandando, ¿quién te está mandando?,
ahí están arriba, me dice.
Lleva pe. Y un poco
azúcar más, me pide. Azúcar,
así yo lo he dado, tenía. Ya pe lleva. Después
de pasaron casi una hora o dos horas, llegó el hombre
con arma a rebuscar la casa y yo me corrí, mi esposa
nomás lo esperó, yo me salí afuera. Mi
esposa quedó, pelando su trigo en batán. Y uno
había entrado con arma. Rebuscó la casa y soy
simpatizante al Partido Aprista, no soy político pero
soy simpatizante, hasta ahorita soy así y mi padre mismo
ha sido así, político aprista, desde principios.
Estaba pegado los almanaques ahí del señor Alan,
y otros papeles que nos daba, ahí estaba. Todo eso lo
había recogido, lo había roto hay. Entonces,
le había dicho a mi ex esposa, ahí estoy, por
hay nomás yo, yo estaba allá. Acá tenemos
a la reunión, en la tarde, no van a moverse. De su esposo
no está. Ahorita estaba acá. No se ha ido por
control de mis animales, ya regresará.
Entonces, en
la tarde tienen asamblea, entonces, van estar hay. Entonces,
viene uno y otro a comprar su pan, los paisanos,
señoras, niños o hay. Entonces, pregunto ¿no?, ¿qué pasas
acá?, ¿qué cosa hay?, le dije. No acá hay
terroristas, ¿dónde están?, arriba están.
En una casa. Bajarán ¿qué hora van a bajar?,
le dije. Entonces, van a bajar a las doce o a almorzar, me
dice ¿dónde?, ¿acá en la plaza?,
si a la plaza van a bajar, ¿a qué van a bajar?,
dice van a jugar su pelota. Esta bien.
Entonces, una, otro
pregunto ¿cómo es?, ¿alto?, ¿grande?, ¿bien
guapo?, yo tomé ese su fisonomía ¿no?
Entonces, ¿cómo va afrontar?, ese, tenía
esa idea. Entonces, pregunté uno y otro. Me dice sí,
liso. Es matón, no crean, nadies, dice. Ya bien. Efectivamente ¿cómo
es ?, le dije su [..] Ya van a venir, ahí vas a ver
seguro, va a bajar.
Efectivamente baja dos de la tarde dice,
por el huequito estoy mirando, bajaron ahí la plaza, los otros sólo
de la plaza. Esto y viendo. Entonces, efectivamente me hace
conocer una señora, ese es el jefe. Ahí esta,
ese. A ya. Entonces agarré ese valor ya de afrontar
a ese hombre. Cualquier cosa, bueno ya podré responder,
le dije.
Llega la hora, cerca de las cinco y media, las seis
ya. Entonces, uno y otro me dice, pe no salgas, te van a matar
porque estás
en la lista. En la lista negra me dicen, uno y otro las señoras.
Tu señora y tú estás en lista. En esta
tarde, van a morir dice seis. Así estaba preocupado ¿no?,
ya no podía salir de la casa. Entonces, llega la hora
seis de la tarde, viene dos muchachos desconocidos, nos saca
a mi esposa y a mi persona. Rápido nomás, no
nos dejó nada de seguridad también, estamos los
dos nomás, con mi esposa y yo.
Cerramos, nos lleva,
así no obedece, me tiró su
golpe con, tenía una metralleta, con eso con su culata
me ha dado en la espalda. Obedecí recién. Mi
esposa agarra su bebe, difícil, también rápido,
ha hecho cargar y entonces, nos lleva ya estaba la gente, estaba
lleno en la plaza. Ya lo han habían juntado, lo han
juntado. Estamos viendo por el huequito, ya está la
población.
Nos hace llegar ese sitio, al centro de la
asamblea que estabamos haciendo nos hace rodillar a mi esposa
y yo y más cuatro
personas. Estábamos seis. En eso, sin decirme nada,
ni una palabra, arrodillar, rodillar. Hablando hay, en lo otro
que vamos, no queremos autoridades, no queremos así apristas
y otras cosas, ladrones, brujos, todo eso vamos liquidar.
Bien,
entonces, ya estuvo cansado arrodillado cerca las diez, las
once de la noche. Me puse a levantar ante, que estaba durmiendo
puse a levantar de capricho. Entonces, hermanos ¿por
qué usted arrodillado acá?, sin decirme nada
porque me nos han arrodillado le dije así, terminantemente.
Si soy simpatizante del partido aprista, a la vez no vivo acá,
yo vivo en Chalhuanca yo vengo a hacer un poco de pan y a ver
mi mamá, mi padre que está acá.
Yo no
vivo acá, eso deben comprender. Entonces, así de
vuelta asientos dos personas me dijo, sí ese hombre
viene de vez en cuando a hacer su pan, deja su pan para que
venda su mamacita así, y un profesor, una señora
vecina, por ahí.
Entonces, ya bien. Terminó entonces, de vuelta me hace
arrodillar, me hace arrodillar si decirme nada, igualito. Pasara
una hora, algo así en mi costado mata a un muchacho
joven que es Puga ¿no?, su nombre no me acuerdo. Lo
ha matado al muchacho de reojo, yo miré una muchacha
se acercó al frente. Entonces, veo ya estaba ya tirado
el muchacho.
Igual nos hará a todos. Entonces, yo ¿qué pensaba?,
yo pensaba si me acerca tratar de agarrar, no sé como
haremos. No sé como haré pero voy a tratar de
agarrar, no sé. Así yo tenía esa idea.
En eso pasa entonces, nada pasó eso único muerte
casi de un cuarto hora nos hace levantar. Ya acá no
quiero ver a nadies desaparecer a todos. Espera adentro. Han
pasado media noche, a esa hora. Sabe retrato toda la gente
y yo mismo soy de la plaza y su mamacita del cadáver
ha hecho llamar suplicándose.
Y me puse a, siempre escuchando
y desaparecieron. Día
siguiente amanece de vuelta en mi casa a las cinco de la mañana
dos muchachos, así extraños con arma. Me lleva
pe y mi esposa ahí estaba durmiendo. No sé qué cosa
quiere conmigo, seguramente yo pensaba, le digo seguramente
en su grupo me llevará o me matará, ¿qué será?,
ese tenía ese idea. Resulta me lleva y me hace llegar
al sitio que estaban ahí reunidos, hay ve una cantidad,
más de treinta personas que están tirado en el
suelo, durmiendo. El resto esta preparando su comida, su desayuno.
Entonces, me hace pasar, habíamos tomado desayuno y
vamos servirnos, me alcanza su plato. La gente me decía
también, no recibas comida si algo te da, dice da pastilla.
Todo eso me ha informado la gente ¿no?, los paisanos.
Entonces, trate no aguantar pero agarré, agarré el
plato. No comí, así disimuladamente lo he puesto
a un asiento.
Resulta esto pasó, terminaron comer, su jefe de ese
grupo me sacó afuera de la casa. Más o menos
la distancia de doscientos metros, cien metros, algo así.
Entonces, yo pensé en mente, me matará o ¿qué cosa
quiere conmigo?, a las finales. Así me sacó.
Entonces, me puse, casi me obliga pa sentarme. No yo no quise,
no, oste más bien siéntese, usted está cansado
le dije así, no así nomás. No quise sentarme.
Entonces, si en caso agarra arma, yo también inmediatamente
podrá agarrar siquiera una piedra. Eso he tenido ese
día de responder. En ese momento entonces, el señor
se sentó, apenas que me empieza a hablar le dije, ¿qué pasó de
anoche?, ¿por qué me haces rodillar?, le dije
sin decirme nada. Debieras decirme algo, si es, si tengo falta
o he sido ratero o he sido brujo o borracho abusivo, algo.
Debieras decirme. A la vez no vivo acá, yo vivo en Chalhuanca
me radico, con mis hijos. Que tengo seis hijos.
Entonces, ¿qué cosa quiere ahora conmigo?, le
dije. Le paré bien ¿Qué cosa quiere conmigo?,
y digo le voy acompañar, por favor. Tengo mis hijos
menores. Tengo mis madres ancianas, que ya son de edades, que
voy a tener. Yo no he salido de acá, ni un paso le dije
así, terminantemente, tajantemente le dije, no va a
salir. Entonces, el hombre me responde, bien tu reacción
me ha dicho. Tu reacción me ha gustado de anoche, te
has parado, has hablado correcto. Pero hay una persona que
te quiere verte muerto, me dice. No sé que será motivo,
no sé ¿por qué será?, ya.
Entonces, ¿en qué puedo colaborar?, le dije ¿En
qué puedo colaborar?, ¿cómo?, ¿qué cosa
quieres que haga? Entonces, me dice, dice usted hace pan. Usted
no se mueva de acá, dice usted va, viene de Chalhuanca,
acá viene, va. Usted dice, dice usted está informando
en Chalhuanca al puesto.
Ni sabía siquiera eso, así me dijo entonces.
Y así acabó. Entonces, el señor me dice
pe, tú no salgas de acá, tú debes estar
acá, elaborando tu pan. Porque no queremos que salga
nadies de la población. Pero que cosa, no me va capturar,
tengo que irme. Así le dije. Tampoco no voy a colaborar,
yo no tengo que colaborar nada, no tengo para darle apoyo más,
ya no tengo.
Y resulta, termina, me hace regresar. Estando,
han almorzado de vuelta a las doce, algo así. Y me ha soltado, me
ha dejado, me he venido a mi casa cerca de las doce así,
esa hora ya. Ahí estado preocupada mi ex esposa. Entonces,
con la misma nos preparamos de retirarnos de vuelta a Chalhuanca.
No, acá no está mal, vendremos a ver las cosas
que viene, cuando pueda.
Entonces, se pasó esas cosas, me fue a mi sitio, a
Chalhuanca, pasó un tiempo ya, habrá pasado unos
tres, cuatro meses, algo así o seis meses. Trabajando
tranquilo estaba al frente de la policía en la capital ¿no?,
en la provincia ¿no?, tranquilo Resulta en pleno trabajo,
aparece las bases militares y encima con captura. A las diez
de la mañana me captura la base militar y me lleva al
cuartel. Al cuartel me deposita, me hace llegar, me dio maltrato ¿no?,
todo lo que me ha hecho suceder. Me han depositado en un baño
de cemento, me ha golpeado duro, todo lo que quiere me ha hecho,
me ha hecho trapo.
Estuve así, en la noche me golpeaban tres veces, como
quiera me hacían. Encima me baldeaba agua, con balde.
Así he sufrido en ese depósito cuatro días.
Menos mal un sobrino que es ingeniero ha movilizado bastante,
ha pasado la voz a la Fiscalía, al juez, hasta acá le
ha comunicado el radio. Porque somos un poco conocidos, una
familia conocido en la provincia. Bastante ha movilizado el
chico. Entonces de esa manera, y cuatro días ha venido
fiscales, el doctor y nos ha sacado, me ha sacado al juzgado.
De acá del base, le han comunicado para que me tenga
seguridad acá en Abancay y me siento mal, no puedo hacer
esfuerzo, trabajo, esfuerzo duro. He estado en el penal durante
tres años, sin justicia. Me ha pelado con jueces del
estado, otro abogado que era mi abogado doctor Pinto, ha movilizado,
también a juez del estado, también. Siempre buscando
solución pero nunca ha llegado mi solución. Durante
tres años estaba depositado. Y recién llega mi
audiencia de tres años, año noventa. Y resulta
salió absuelto, recién.
De lo cual pasó bastantes sufrimiento, desde el momento
que me capturó ha ido la base a mi casa, ocho de la
noche a buscar las cosas que yo debiera tener arma, afiches,
no sé. Así dice. Y mis hijos menores lo ha encontrado
traumado desde el momento. Mi esposa mismo traumadas se ha
quedado, loca, como loca se ha vuelto. No sabía cómo
hacer.
Ahorita se encuentra mis hijos abandonados. Desparramado
sus paraderos no tiene donde ubicarse, hasta ahorita. Eso fue
cuando
salí de acá, año mil novecientos noventa,
en junio. Me fui pa Lima. Y mis hijitos menores de edad llevó su,
mi hermano menor pa Lima. A recogido. Resulta, ese audiencia
me llegó el mes de julio he salido. Inmediatamente hay
policías buenos también me aconsejaba, tienes
que retirar, esta ocurriendo bastante, peligro esta. Evitate.
Están siguiendo, cuando sale también esta sigue,
están matando. Así me dijo entonces.
Me he ido
por acá, por Cusco, Arequipa, Lima, encontré mi
madre, en Lima, mi padre lloraron, he llegado. Mis hijos menores
así, entonces se puso a trabajar ¿no?, el mismo
comienzo hasta no tenían, como una oscuridad estaba
sin trabajo. Pero, puse a trabajarme en la calle. Hasta vendiendo
comida, me compré triciclo, en carreta me puse a trabajar
durante cinco años. Dando comer a mis hijos menores,
dando su educación a mi alcance. Estaba en colegio.
Después de eso fue que pasa cinco años, de vuelta
viene, me captura, orden captura en pleno trabajo, ya estaba.
Ese tiempo ya estaba vendiendo zapatillas en centro de Lima,
en La Victoria, en Gamarra. A las diez, las once, las diez
de la mañana viene me capturan, apenas que terminé de
colocar mis zapatillas para venta en la calle. Apenas que terminé estuve
tomando mi caldo, termina tomar mi caldo, esperar a eso me
parece, estaban ahí listo los policías.
Ya sabían que trabajaba ahí, y me capturan y
me lleva. Así entonces, también dejé mis
hijos en la calle hay. Como que me pasó acá.
En la calle le dejé mis hijos. Ese momento me lleva
para, dos días estaba en Dircote, en Dircote, Lima.
Claro, casi no recibía castigo hay. Me lleva pa Cusco,
al penal Quencoro. Estaba diez meses, depositado. Hasta eso
mis hijos se han desparramado, hasta ahorita no los veo.
Por
eso me da pena de mis hijos. Que van encontrarme. Último
hasta sufrió, mi hijo último ha sufrido por su
vista. Ese búsqueda de mi hogar, un ojo ha perdido, último
hijo que era un año y medio, dos añitos. Ese
chico ha sufrido, ha perdido su vista. Ese hijo está estudiando,
menos mal me está ayudando mi yerna en Lima, está estudiando
cualquier manera. Al otro hijo, se me ha desaparecido total.
No se sabe ¿dónde está?, hasta su ubicación
no sabe. No sé. Ahora dos hijas se encuentra así en
Nazca, se han juntado están en Nazca, a dos hijos que
tengo acá, recién año pasado nos está visitando
dos hijos, está trabajando pero no vive pe, no vi, ya
nos es como antes, aislado.
Todo ese preocupación, no tiene su educación.
Claro, es dos, tres hijos ha terminado su secundaria pero pa
que avance ya no ha había esa oportunidad. Todo eso
ha pasado mis sufrimientos, solamente quiero un fracaso y esto
he sufrido mi hogar, mi esposa me abandonó ha dejado
a sus hijos. Mis quehaceres de mi hogar, desapareció las
cosas. Mis animales, hicieron lo que quiera en el pueblo, el
ejército comerá, los senderos habrán comido,
no sé los animales, tenía regular cantidad reses,
mis caballares, cabras, así ovejas.
Entonces, todo eso
desapareció. Ahora de vuelta he
regresado a mi comunidad. No encuentro nada. Entonces, ahorita
no puedo mejorar, no puedo como poder superarme. Y por preocupación
de mis hijos quiero encontrar primer lugar mis hijos. Quiero
juntarle, pero para esto no tengo cómo, cómo
encontrar. Todo esto ha pasado así. Y a la vez ahora último
no tengo dónde ubicarme, esa casa que estoy viviendo,
era ajeno, lo había negociado mi tío. Ahorita
viene de repente a sacarme por juicio, que tenía su
papel.
Me va a desalojar de la casa y no sé dónde ubicarme.
Claro, tengo casa en Chalhuanca pero se ha caído, falta
mejorar. No se puede, no hay cómo mejorar mi situación.
Así estoy sin trabajo, siempre, pero siempre estoy elaborando
mi pancito para poder vivir por uno siquiera. Todo eso sería
mi, mi palabra señores representantes. Ojalá que
no vuelva estas casos ¿no?, vean pa todos nuestros hermanos
que no sufran. Ahorita entre la comunidad, estamos mejorando,
estamos reponiendo, están retornando de Lima, también,
estamos tranquilo, más que nada necesitamos trabajo,
pa la juventud que necesita, están desesperados del
trabajo, no hay trabajo, hay regular cantidad de juventudes
que esperan trabajo, a lo menos su estudio.
Sin plata no puede
avanzar sus estudios. Así estamos,
le agradecer bastante la Comisión de la Verdad, que
haga justicia a los inocentes que hemos sufrido bastante, habrá muchos
que han, han estado en el penal depositado. Nada más
le suplicaría señores representantes de la Comisión
de la Verdad.
José Antunez:
Señor Clímaco, Juan Clímaco
Avendaño, muchísimas gracias por ese su testimonio.
Sabemos muy bien que le ha costado a usted y le hemos visto
derramar lágrimas naturalmente nos solidarizamos con
usted y le aseguramos que vamos a hacer lo posible para solucionar
este problema y ayudar en lo que podamos nosotros. Gracias
por su testimonio.
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