Segunda Sesión,
25 de setiembre de 2002,
3 p.m. a 6 p.m.
CASO 9. Testimoniantes
María León Mendoza y Hormeda García
Motta
Lo que se nos va a relatar ocurrió en
el Distrito de Huanchay en el Departamento de Ancash.
Señoras Maria León Mendoza y Hórmeda
García Motta, ustedes van a brindar su testimonio ante
la Comisión de la Verdad y Reconciliación, al
mismo tiempo lo van hacer frente a todo el país, prometen
solemnemente hacer su declaración con honestidad, con
buena fe y declarar tan solo la verdad.
Sí prometemos.
Muy bien, pueden tomar asiento,
Sra. Maria León Mendoza y Hórmela García
Motta, estamos en un momento muy importante estamos buscando
la libertad y necesitamos que ustedes nos cuenten la verdad,
esa verdad dolorosa y necesitamos para poder entender lo que
ha pasado a nuestro pueblo, lo que han sufrido ustedes, lo
que tenemos nosotros que pensar para la reparación y
llegar a la reconciliación, por eso les damos las gracias.
Lo que están haciendo ustedes es muy importante, porque
esto también lo esta viendo el Perú entero. Les
pedimos que comience a dar su testimonio.
Bueno gracias a ustedes
señores de la Comisión
de la Verdad hoy me encuentro aquí con ustedes, yo me
llamo Hormela Garcia Motta vengo a dar mi testimonio por parte
de mi padre Joaquin Garcia Sanchez quien fue gobernador del
Distrito de Huanchay Departamento de Ancash y aquí se
encuentra mi madre también.
Los sucesos que pasó con mi padre el 3 de Diciembre
de 1999 y fue casi a las 8:00 de la noche, cuando yo estaba
haciendo acostar a mis niños en el cuarto y mi otro
hermano estaba en la cocina, llegaron un grupo de hombres entraron
resto de gente a la cocina, otros al patio y los restos al
cuarto donde estaba haciendo acostar a mis niños, me
saludaron compañera buenas noches. tú Papá es
Gobernador, no lo se señor, tú Papá es
Hugo Garcia si él es mi padre, donde esta el arma que
tiene tu padre, donde lo tienes, donde están, no le
dije nada.
Mi Papá estaba cuidando la chacra un poco de maíz
que había sembrado, entonces busco por toda la casa,
donde esta la linterna, pilas, focos tienes que colaborar,
donde están me dijo seguían buscando revoloteando
las cosas, buscando el armamento de mi padre, pero él
no tenía nada. Entonces yo me levanté, señores
mi Papá no tiene nada les dije, entonces salieron al
patio y a mi Mamá le dijeron, donde esta tu esposo,
mi esposo esta cuidado el maíz dijo, llévenos,
mi Mamá estaba cansada descansando ahí, entonces
a mi hermano le dijeron tú llévanos, ya pues
les voy a llevar dijo mi hermano, la distancia de la casa a
la chacra fue como unos 300 metros, entonces se fueron, entonces
salimos con mi Mamá fuera de la casa a verlos, y vimos
con mi Mamá caminando más allá de la casa
y vimos que a mi hermano le dejaron al pie de la carretera,
al pie de la carretera era la chacra, justo llegaron ahí se
lo trajeron y seguían caminando.
Entonces le dije
a mi Mamá, mamá algo va pasar,
no se que irá a pasar mi cuerpo tiembla dije, entonces
se acercaban hacia nosotros, entonces llegaron a la casa habían
5 mujeres y 20 hombres, armados eran con sombreros y las mujeres
con polleras, entonces mi Papá entró al cuarto
se sentó al pie de su cama, entonces entraron toda la
gente, empezaron a rebuscar las cosas, y encontraron un par
de zapatos, eran los zapatos de siete vidas de mi mamá,
y también había jabón y pilas, y lo cogieron,
mi Mamá dijo eso es mío no lo lleven.
Tú tienes que acompañarnos, vamos, aquí la
compañera no tiene zapatos tenemos que llevarlo, se
calló mi Mamá, entonces dijo mi Papá ya
vámonos ya es tarde ya se hace tarde, entonces mi Mamá dijo,
para que le van a llevar a mi esposo nosotros también
podemos ir. Entonces dijeron ustedes quédense acá tranquilo,
su esposo va regresar horita, porque le vamos hacer una reunión
con ellos, porque mañana tiene que reunir a la gente,
para que haga reunión, podemos ir señor dijimos.
Y nos dijo quédense aquí ustedes, porque no se
vaya a robar sus animales los delincuentes vienen y se lo roban,
su esposo va regresar horita, ya nos quedamos y nos molesto,
se lo llevaron a mi Papá quedamos pura mujeres, mi Mamá,
mi hermana mi Abuelita y mis niñas, ya eran 12 de la
noche, y escuchábamos un sonido fuerte como la dinamita,
entonces ya no llegaba mi Papá, no podíamos dormir,
eran las 4 y 5 de la mañana, mi Mamá salió afuera
y vio que un señor que siempre al pueblo a cuidar su
casa, porque de mi casa al pueblo es media hora de camino.
Entonces preguntó por mi Papá y mi Mamá respondió en
la noche llegaron muchos hombres y se lo llevaron. Entonces
dijo en la noche hubo mucha gente en el Consejo y quemaron
la gobernación todo, mi Papá era gobernador del
pueblo, esto fue lo que nos dijo. Ahora en la plaza están
botados 2 hombres muertos uno es don Nicodemos y otro es don
Felicísimo lo han matado los hombres ahí, yo
escuchado que nadie los recoja y que nadie lo va ha velar,
vamos a regresar por la tarde y si le encontramos velando los
matamos a todos. Yo escuche por la ventana de mi puerta, y
ahora nosotros no podíamos hacer nada, que vamos hacer.
Entonces mi Mamá temprano se fue a Mashua a vender 2
toros de mi tío, ahora que vamos hacer Mamá como
lo vamos a enterrar, no hemos avisado a los vecinos ni a nadie,
fuimos al pueblo llevando la frazada, el poncho y la ropa de
mi Papá para cambiarlo.
Llegamos al pueblo vimos la
puerta del concejo todo quemado todos los documentos quemados,
la Oficina de la Gobernación
todo quemado, y al llegar a la plaza ahí estaba tirado
mi padre de costado puesto su sombrero y su poncho y por la
parte del pecho sangrando. Entonces en la esquina de su poncho
amarrado un poco de quáker, amarrado con su pañuelo,
entonces hemos suplicado a las personas y no nos quisieron
ayudarlo a levantarlo, hemos buscado a nuestros familiares
y lo hemos levantado a la casa Comunal ahí lo hemos
velado un momento después de bañarlo hemos pedido
ayuda para llevarlo al cementerio a enterrarlo, no nos ayudaron
no quisieron.
Entonces nos hemos prestado la barreta, mi Papá muere
por culpa del pueblo porque ha sido elegido por el pueblo,
acá lo vamos a enterrar, hemos empezado a cavar en la
plaza, entonces la gente por ahí estaban murmurando.
El no ha sido héroe para que lo entierren aquí en
la Plaza, yo dije mi Papá ha muerto por culpa del pueblo
y acá lo voy a enterrar porque nadie me quiere ayudar
a llevarlo, entonces vamos a llevarlo, así me ayudaron
pocas personas, pero mi padre se enterró solamente en
la cama sin ataúd, ni lo hemos velado, pero a uno de
los cadáveres si lo velaron porque era su casa cerca
ahí mismo, pero lo enterramos a las cuatro de la tarde,
le llevamos del pueblo al cementerio, mi padre así fue
enterrado sin ataúd.
De ahí regresamos a la casa nos fuimos al día
siguiente, estábamos con temor, al otro día nos
fuimos a la chacra a continuar sembrando el maíz, pasaron
unos señores de Chimbote y regresaron y no nos hicieron
nada, así atemorizado hemos estado, y seguían
los cartelones amenazando a mi madre y a mi hermana, y todavía
hay dos, entonces vivíamos con temor, mi Mamá se
alejó un tiempo para Huarmey, y un tiempo mi hermana
se alejó para Lima, así vivíamos con temores.
Gracias a Dios, y a ustedes que nos hicieron llamar para dar
nuestro testimonio, que de repente algunos no sabemos, gracias
a ustedes. Pero apoyo y ayuda, pedimos la seguridad, porque
nos pueden escuchar así que estamos declarando y no
faltan personas que siguen haciendo daño, pido también
ayuda para los niños huérfanos que han quedado,
no quisieran que sufran como nosotros hemos sufrido, eso fue
un dolor para nosotros.
Pedimos ayuda a ustedes, y por cualquier
sitio que han sucedido ayuden a los niños huérfanos que quedaron sin
padre, sin madre, pedimos ayuda para mi madre, ella se encuentra
también atemorizada siempre, gracias a la Comisión
de la Verdad que hoy en día que nos reciben nuestro
testimonio aquí en Trujillo. Gracias a ustedes, esto
todo lo que puedo decir. Gracias.
Testimoniante Maritza León
Mendoza:
Bueno parece que
me toca testimoniar las cosas sucedidas en 1989, el 04 de Diciembre,
en primer momento me voy a identificar
me llamo Maritza Esther Leon Mendoza procedente del Distrito
de Huanchay Provincia de Huaral, Departamento de Ancash. Gracias
a la invitación de la Comisión de la Verdad y
Reconciliación para venir a testificar lo sucedido con
mi señor Padre Nicodemos León Graciano, en aquella
fecha, la triste realidad, lo que en ninguna vez habíamos
pensado, en primer momento el pueblo vivía con una novedad.
Cartelones por aquí, cartelones por allá, amenazas
por aquí, amenazas por todos lugares, habladurías
que el terrorismo estaba cerca, que iba haber temblor, que
como soportaremos este temblor hablaban.
Entonces yo a mi padre
le decía: Papá hay mucha
habladuría, vámonos a Lima, como si en Lima hubiera
habido salvación de la muerte, entonces mi Papá dice,
como me voy a ir hija, si son verdaderos de la justicia, juzgaran
la verdad el bien y el mal, si tengo delito me harán
algo, y sino como me van hacer algo a mí, no tienen
ningún derecho así decía mi Padre. Entonces
ya era fin de mes, los primeros días de Diciembre, me
dice, vete a Huaraz a cobrar el haber de este mes de mi Papá y
yo también trabajaba en la Concesión de Correos,
me dijo, vuelves el día lunes 04 y si no vuelves ese
día lunes 04 hija, yo no voy a estar, así me
dijo mi Papá, entonces me fui a Huaraz.
El día lunes 04 no pude regresar, porque ese día
todavía cobro sus haberes con su poder, entonces el
martes ya esto por venir a Pampas Grandes, de Pampas Grandes
a Huanchay son 6 horas de camino a pie, entonces he venido,
a penas estoy en el carro, viene mi hijo que estudiaba Instituto
Superior, corría, corría, me dice Mamá,
Mamá. Mamá mi papá ha muerto, anda con
tranquilidad y no llores, porque nosotros venimos por Huarmey,
pero yo no creía, mi Papá estaba sano como se
iba a morir, él no ha estado enfermo, entonces, lloraba
un poco pero me detenía, llego a Pampas Grandes, salieron
sus colegas de trabajo y me dijeron señora mi sentido
pésame a su papá le han asesinado.
Que dolor,
esa noticia ingrata, yo no tenía ni miedo
ni cansancio, nada y empecé a caminar hacia Huanchay
en el trayecto ni me golpeaba ni los pies, caminaba sin descansar,
llegué a Huanchay a las 12:30 de la noche cuando mi
Papá estaba ya cadáver a llegue a gritos le agarre,
le empecé a revisar, pobre mi Padre despedazadas las
manos lo tenía, ambas manos, tenía una cortaduras
con cuchillo, en el pecho en cruz y por la espalda tenía
una bala, y la sangre seguía cayéndose, lloraba
amargamente, y me comentaban, han llegado a noche como 25 personas
disfrazados con armas, en primer momento han traído
al gobernador y luego se han sometido a las oficinas a quemar,
el Consejo todos los cuadros del concejo, las matas, a la Oficina
de la Gobernación, de Correos, toditas las oficinas
han rebuscado han llegado a mi casa, ahí es lo que me
contaba, en mi casa hicieron saqueos, se han llevado máquinas
de escribir de mi Papá, su pequeño ahorro se
llevaron, han llevado hasta una Biblia pensado que era dinero,
y como no era dinero lo tiraron a la calle.
Así sucedió ese acto tan lamentable, que triste
es perder a un ser querido una muerte por voluntad ajena, que
triste señores, ya no quisiera que pase a ninguno de
mis prójimos, yo soy una madre de 9 hijos, hemos quedado
como pollos sin ningún auxilio ni garantía, que
triste es vivir en el paternalismo acostumbrado con el Padre
y con la Madre. Eso es señores los enemigos de mi padre
que aquel tiempo hicieron, no solamente fueron senderistas
que vinieron de Huaraz, de Huamarín y algunos fueron
infiltrados, los mismos paisanos de Huanchay que a mi padre
le tenían cólera, eran educadores, eran gente
de alto nivel, y también mi Papá era un trabajador
en Educación cesado en la Dirección del Distrito
de Pampas Grandes, aparte de eso mi Padre era un tesorero del
templo como ahora existe, era tesorero de los bienes, era Secretario
del Partido Aprista y también jubilado en Educación.
Por todo esto la gente le tenía envidia, era una buena
persona, ese es el motivo de la muerte de mi padre, yo no quisiera
que pase este lamentable hecho con ningún prójimo,
es triste perder a un padre de esta manera, la muerte es natural
pero que venga de Dios, el señor sabe en que momento
nos va dar una muerte natural, pero con manos ajenas es muy
triste, lamentable y doloroso, estas lágrimas que pierdo,
vengo perdiendo desde aquel momento que mi padre murió.
Pido al señor que ponga su paz, que ponga su tranquilidad
su entendimiento en cada persona que ya no vuelva este tipo
de violencia, y también pido a todos los prójimos
que me escuchen que participen en este dolor que tengo, que
entiendan la vida que yo he pasado, con esto termino. Señores
Comisión de la Verdad, ustedes entiendan este sufrimiento
es muy fuerte, sepan disculparme estas lágrimas que
derramo frente a ustedes, pido que me entiendan. Entendemos
señora, entendemos en la profundidad de un sufrimiento
de la partida injusta de sus seres queridos que hacen falta
en casa.
Gracias al Señor.
Que, el señor también la vendida y le de fuerzas
para seguir adelante, porque hay que seguir adelante, queremos
todos los compañeros y hermanos que les puedan mirar
con ojos limpios, y de eso su testimonio nos ayuda, su sensibilidad
su sencillez y limpieza su corazón noble, esperemos
que el haber pasado por la Comisión de la verdad sea
un motivo de descanso y que pueda emprender la vida, emprender
la amistad. Muchas gracias.
Muchas gracias señores y que Dios les bendiga.
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